Apelativo como se llama a los simpatizantes, jugadores y dirigentes de River Plate, desde la tristemente célebre final de la Copa Libertadores de 1966, cuando los “millonarios” ganaban
2-0 y terminaron perdiendo 4-2 ante Pe├▒arol, en Santiago, Chile.
Así definió el ingenio popular a la supuesta “falta de agallas” del equipo argentino para consagrarse campeón de América.
Pero a partir de haber obtenido el bicampeonato del ’75 -títulos que llegaron después de 18 años de “sequía”- la gente del equipo de Núñez, adoptó el mote a su repertorio tribunero, como un grito ganador.